El 18 de enero de 2014 teníamos una escala de vuelo de 8 horas en Dubái, una de las siete ciudades que forman los Emiratos Árabes Unidos. Por lo que, aprovechando que mi compañero de viaje tiene allí un par de primos, decidimos salir a dar una vuelta para ver la ciudad.
De la escala de 8 horas, entre salir del aeropuerto y volver, en total estuvimos 4 horas de paseo por Dubái. Si eres español no hace falta pagar ningún visado, simplemente con el pasaporte te darán un permiso de turista válido por 90 días. Las colas que se forman dentro del aeropuerto para el control de pasaportes son bastante largas y a nosotros se nos hizo allí un par de horas de espera. El cambio de dinero se puede hacer en el mismo aeropuerto. Su la moneda es el dirham emiratí (AED) y el cambio estaba a 1€ = 5AED.
Cogimos un taxi para ir a Boulevard Tower que es el lugar donde nos esperarían los primos de mi compañero. Los taxis los podéis coger sin ningún miedo, el precio es muy barato debido a que el precio de la gasolina está por los suelos, y la ciudad es muy segura. De camino vas viendo lo impresionante que es Dubái, todo lleno de rascacielos y avenidas gigantes. Pero, sobre todo, hay algo que resalta por encima de todas las cosas: el Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo.
Con una altura de 828 metros y 163 plantas, el Burj Khalifa fue inaugurado en el año 2010. Su diseño está inspirado en la forma de la flor Hymenocallis, una planta típica de la región. El rascacielos alberga un hotel de lujo, oficinas, residencias y dos miradores desde donde se puede apreciar una vista panorámica de la ciudad. A sus pies se encuentra la Fuente de Dubái, un lago artificial que se ha convertido en la fuente danzante más grande del planeta con una longitud de 275 metros y una altura de 150 metros. Fue diseñada por la misma empresa que creó las famosas fuentes del Bellagio en Las Vegas. La fuente ofrece diferentes coreografías con canciones clásicas, árabes y contemporáneas, y se ilumina con más de 6.000 luces y 50 proyectores.
Una vez nos soltó el taxi los primos de mi compañero nos llevaron a desayunar a Shakespeare & Co., un café con una decoración muy bonita y acogedora situado en Souk Al Bahar, un centro comercial inspirado en los mercados árabes tradicionales. La terraza daba al Burj Khalifa con el bonito lago artificial de por medio. Nos pedimos unos huevos Benedict que iban acompañados de unas patatas asadas. El precio salió a unos 38AED (unos 7€). Una vez alimentados intentamos tomar fotos desde todos los ángulos el Burj Khalifa, ¡¡te vienes negro para cuadrarlo!!.
Nuestra siguiente visita fue al famoso centro comercial The Dubai Mall. Uno no se puede hacer a la idea de lo grandísimo que es. Se trata del centro comercial más grande del mundo y cuenta con 1.200 tiendas, incluyendo las primeras y únicas tiendas de Galeries Lafayette y Bloomingdales. También tiene un hipermercado, un cine, un acuario con más de 33.000 animales marinos, una pista de hielo olímpica, una cascada interior de 24 metros de altura, un parque temático inspirado en los videojuegos... En fin, una locura de lugar donde te puedes dejar todo tu dinero.
Pillamos un taxi y nos dirigimos al Burj Al Arab, el famoso hotel de 7 estrellas (aunque en realidad es de 6), que se encuentra sobre una playa artificial. El edificio es un símbolo de Dubái, al igual que la Torre Eiffel lo es de París o la Ópera de Sídney lo es de Australia. Representa el auge económico y la orientación hacia el futuro de la ciudad. Su diseño se inspiró en la vela de un barco tradicional árabe llamado dhow. Tiene un helipuerto en la azotea, a una altura de 210 metros sobre el suelo. Su construcción comenzó en 1994 y se inauguró en 1999, justo a tiempo para el nuevo milenio. Por el camino el primo de mi compañero, que hizo de excelente guía, nos fue explicando todos los sitios por los que pasábamos, entre ellos lugares llenos de palacetes en los que solo podían habitar las personas de allí. Llegamos a una playa cerca del Burj Al Arab, nos hicimos la foto de rigor y continuamos en taxi a Dubái Marina Walk.
Dubái Marina está considerada la “nueva Dubái”. Es un puerto deportivo que está rodeado de rascacielos. Allí fuimos al Dubai Marriott Harbour Hotel con la intención de subir a la planta donde se encuentra el Observatory Bar desde el que se ve The Palm Jumeirah (la famosa isla artificial con forma de palmera). Pero a esas horas estaba todavía cerrado por lo que lo dejamos para un poco más tarde. Cerca de este hotel se encuentra el Cayan Tower, una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería. Fue diseñado por el estudio Skidmore, Owings and Merrill (SOM), el mismo que creó el Burj Khalifa. La torre tiene una forma helicoidal que le da un aspecto escultórico y dinámico. Cada planta gira 1,2 grados alrededor de un núcleo central, lo que hace que la torre tenga una rotación total de 90 grados desde la base hasta la cima. La torre se inauguró en 2013 y tiene 73 plantas con 495 apartamentos residenciales.
Dubái Marina ofrece muchas opciones para disfrutar del ocio y la gastronomía. Una de las atracciones más populares es el paseo marítimo conocido como The Walk, donde se puede caminar, correr o andar en bicicleta junto al agua y admirar las impresionantes vistas. También hay numerosos restaurantes, cafés y tiendas para todos los gustos y presupuestos. Nos detuvimos en una cafetería que se llamaba Paul a tomar algo, yo me pedí un chocolate.
Volvimos de nuevo al Observatory Bar del Dubai Marriott Harbour Hotel y ahora sí que estaba abierto. Se encuentra en la planta 52 y el acceso es gratuito, aunque si solo se quiere observar las vistas más vale subir en algún horario que no sea el de comer. Desde allí se puede ver The Palm Jumeirah, aunque no se llega a ver perfectamente puesto que se ve desde un lado, creo que la única manera de verlo bien es desde un helicóptero.
The Palm Jumeirah es una de las tres islas artificiales con forma de palmera que forman parte del proyecto Palm Islands. Está situada en la costa de Jumeirah, una zona residencial y turística de Dubái. La isla tiene forma de árbol de palmera datilera y consta de tres partes: un tronco, una corona con 17 frondas y una isla circular que hace de rompeolas.
La isla es principalmente una zona residencial y de ocio, con más de 25 hoteles de lujo, villas, apartamentos, playas, marinas, restaurantes, cafés y tiendas. Algunos de los hoteles más famosos son el Atlantis The Palm, el Anantara The Palm Dubai Resort y el Jumeirah Zabeel Saray. La isla también tiene varias atracciones turísticas, como el parque acuático Aquaventure, el acuario Lost Chambers y el paseo marítimo The Pointe.
Con esto se nos hacía ya la hora de vuelta para el aeropuerto despidiendo así la ciudad. Dubái es un lugar muy bonito que merece visitar, creo que es una ciudad perfecta para verla mientras haces una conexión de vuelo pero no tan corta como la que hicimos nosotros, sino para un par de días. Volveré...
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