Aprovechando que teniamos un festivo en viernes, decidimos hacer una escapada a Benidorm de viernes a domingo, en pleno mes de enero, cuando la ciudad más turística en verano muestra una cara distinta.
Reservamos un apartamento para la instancia, la realizamos por Booking y se localizaba en la calle Sierra Dorada, a comienzo de subida hacia la colina que da a la playa del Levante, situada al este de Benidorm. Allí nos esperaba Paul, el dueño del apartamento que nos dió un muy buen trato. El apartamento se encontraba en un decimoquinto piso y las vistas eran geniales, tenía una panorámica perfecta de todo Benidorm. Recomiendo este lugar si buscáis un apartamento; constaba de una habitación con dos camas, un baño, cocina separada del comedor además de wifi, aire acodincionado, estufas, televisión con movistar+, reproductor DVD, consola Wii, minicadena.. vamos, ¡super equipado! Si se busca Sierra Dorada en Booking os aparecerá. En nuestro caso nos costó 78€ dos noches más 10€ por dos días de parking privado (supongo que en temporada alta el precio es mayor).
Una vez visto el alojamiento salimos a pasear por el paseo marítimo y buscar un lugar para comer, el apartamento se encontraba a 5 minutos (o menos) del comienzo del paseo. Lo primero que te llama la atención es que casi todo está en inglés y apenas escuchas hablar a la gente en español, así que da igual que sea temporada alta o baja, en Benidorm siempre parece que estés fuera de España.
Muchos restaurantes se encontraban cerrados por lo que fuimos un poco a ciegas para elegir el lugar y no acertamos para nada. Terminamos en Monterrey Ole y Ole donde nos pedimos una mariscada para dos por 30€ (aprovechando que estamos en la costa que menos que pedir marisco) y lo que nos sacaron os puedo asegurar que eran bichos que llevaban mucho tiempo muertos, todo congelado, no apreciamos nada que estuviera fresco. Además del marisco había salmón, merluza y emperador, todo congelado y uno de los trozos de emperador todavía tengo la duda de que fuera dicho pescado... Para rematar todo estaba hecho igual, no había nada que no estuviera con la típlica salsa de ajo y peregil...
El paseo marítimo de Benidorm, que recorre toda la costa de la ciudad, consta de tres partes: La playa de Levante, la playa del poniente y el casco antiguo de Benidorm.
La zona de la playa del Levante es donde más "guiris" podemos encontrar, el paseo está lleno de hoteles, restaurantes y terrazas veraniegas que cuando llega la noche se transforman para dar paso a la fiesta nocturna, en temporada baja esto último sucede poco aunque siempre hay ambiente.
El casco antiguo se encuentra sobre la Punta del Canafali, que separa ambas playas. Sus calles son laberínticas y adoquinadas guardando toda su esencia en la ciudad de los rascacielos. Sobre el Paseo de la Carretera encontramos todas las tiendas de compras, lleno de gente a todas horas, en especial cuando empieza a anochecer. En plena Punta del Canafali se encuentra la Iglesia de San Jaime que da paso a la bonita Plaza de Santa Ana y a la Plaça del Castell. En este punto, si miramos por la terraza hacia la playa del Poniente, justo al lado del puerto podremos ver la pequeñita playa del Mal Pas. La Plaça del Castell da paso al Mirador del Mediterraneo; unas pequeñas escaleras nos bajarán hacia él para poder tener una de las mejores vistas de toda la ciudad, el lugar donde la foto es imprescindible con la pequeña Isla de Benidorm al fondo.
La playa del Levante es más tranquila que la de Poniente, en ellas no veremos restaurantes y hoteles sobre el mismo paseo. En la misma arena de la playa hay una tabla de madera que la recorre casi entera, es aconsejable pasear por ahí en lugar de por el paseo, más tranquilo (si no estás en temporada alta, claro está). Por esta zona podremos ver dos de los rascacielos más altos de España: el Intempo con forma de M y de 200 metros de altura y el Gran Hotel Bali de 186 metros de altura y que llegó a ser desde el 2002 al 2006 el edificio más alto del pais.
Nos costó toda la tarde recorrer Benidorm por la costa al completo, salimos a las 14 de la tarde y terminamos en el apartamento pasadas las 21 de la noche (con nuestras paradas incluidas). En total son poco más de 6 kilometros de costa por lo que hacer ida y vuelta son 12Km más lo que nos queramos perder por su casco antiguo.
Al día siguiente partimos por la mañana al Castell de Guadalest, es un pequeño pueblo que se encuentra a unos 20 kilómetros de Benidorm, en unos 30 minutos en coche por la CV-70 se llega. El pueblo se encuentra sobre el valle de Guadalest y está considerado como uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad Valenciana. Su origen data ya de la época mulsumana y sobre el siglo XVI sufrió un terremoto viendose gravemente afectado. El castillo está dividido en dos partes; el Castillo de San Jose que se encuentra situado sobre la misma roca en la parte más elevada del pueblo y el Castillo de la Alcozaiba del que apenas queda nada y se accede desde la casa de los Orduña, antiguos gobernantes del municipio.
El pueblo está pensado por y para el turismo, nada más llegar encontramos varios parkings grandes, el precio de éste es de 2€ para todo el día. Una cosa que llama bastante la atención es la cantidad de museos que hay y es que allí se encuentra el Museo de Belenes y Casas de Muñecas, el Museo de Instrumentos de tortura, el Museo de Microminiaturas, el Museo de Saleros y Pimenteros, el Museo Etnológico de Guadalest, el Museo Microgigante, el Museo Colección de Vehículos Históricos Valle de Guadalest y el Museo Municipal Casa Orduña. Desde éste último se accede al Castillo de la Alcozaiba y tiene un coste de 4€. En nuestro caso visitamos la Casa Orduña y el Museo Etnológico que se ubica en una casa típica del siglo XVIII construida sobre la misma roca, su acceso es gratuito.
A mediodía partimos hacia Altea, un bellísimo pueblo que se encuentra situado a 20 Km del Castell de Guadalest (30 minutos en coche por la CV-70, CV-715 y CV-760) y a 12 Km de Benidorm (20 minutos en coche por la N-332). Se encuentra situado sobre la costa pero su belleza no está en la playa, que es pequeñita y no llama mucho la atención quitando las vistas que tiene a su alrededor pues se puede contemplar el Peñón d'Ifach (Calpe) y Serra Gelada (Benidorm). El encanto de este pueblo reside sobre su casco histórico, siutado sobre una pequeña colina que hace que sus calles empedradas vayan descendiendo hacia el mar.
Lo primero que hicimos nada más llegar fue elegir un lugar para comer. Lo hicimos en el paseo marítimo en un restaurante que se llamaba Ópera. Pedimos una hamburguesa de carne de Angus y una ensalada de bogabante que estaba algo picante, el precio entorno a los 30€. La hamburguesa buena, la ensalada no convenció.
Luego subimos hacia el casco antiguo que nos llevó directamente a la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, una bonita plaza con un un par de miradores hacia las costas y desde el que se aprecia el skyline de Benidorm. Desde aquí bajamos por el Carrer Major en el que habian varias tiendas de productos artesanales y algunos restaurantes, al terminar la calle continuamos por la calle Salamanca que nos llevó a otro bonito mirador. Tirando por el Carrer Fondo subimos de nuevo a otro mirador más desde el que podiamos contemplar Benidorm a lo lejos. Por la calle Santa Barbara regresamos a la iglesia del Consuelo, en esta calle está el restaurante con mejores vistas (el Negre creo que se llamaba), tenía pinta de ser el sitio perfecto para una cena romántica, aunque no lo probamos. Con este recorrido finalizamos nuestra visita a Altea y pusimos rumbo de nuevo a Benidorm hacia el apartamento.
Llegaba ya nuestro último día en este viaje. Abandonamos el apartamento sobre las 10.30 y pusimos rumbo a Calpe para hacer una última parada y aprovechar para visitar a unos amigos que viven allí. Fuimos por la N-332, son 24Km y se tarda unos 40 minutos aproximadamente. Fuimos directamente a dar un paseo tranquilo por la playa y ver lo que se conoce como los Baños de la Reina que es un yacimiento romano y recibe dicho nombre por la leyenda que cuenta que una reina mora lo usaba como balneario. Los baños de la reina están situados en la misma playa del Arenal-Bol y te topas con el yacimiento si decides pasear por el paseo marítimo. La playa del Arenal-Bol es la más conocida de Calpe y la que siempre deja la estampa en las fotos con el Peñón d'Ifach. En esta ciudad ya he estado en más ocasiones y recomiendo dar una subida al Peñón d'Ifach hasta donde tu cuerpo te lo permita, andar por el paseo de Los Principes y comer una mariscada por la zona del puerto. En esta ocasión no comimos una mariscada en el puerto pero mis amigos nos llevaron a un restaurante que se llama El Andaluz, ya dentro de la ciudad, donde tomamos tapas variadas de marisco que estaban muy buenas (y todo fresco).
Con esto ya poniamos fin a esta pequeña escapada. Toda la zona de la provincia de Alicante que visitamos es precioso, simpre con buen tiempo ya que estuvimos entre 15 y 20 grados en pleno mes de enero.
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