Llevaba muchos años queriendo conocer la isla de los dioses, y este año se dio la oportunidad. Como a mi pareja le confirmaron tarde las vacaciones, para variar, me pilló empantanada en medio de mucho trabajo y exámenes, así que nos decidimos a mirar catálogos e ir a una agencia. Sin embargo, había una cosa que tenía clara y es que quería hartarme de ver arrozales, y las rutas de catálogo no me saciaban, la verdad. Así que nos compramos un billete de avión y comenzamos los preparativos.
Salimos de Madrid el 5 de agosto de 2016 y volvimos el 16 de agosto. El billete lo reservamos en Atrápalo. Por temas de horarios laborales, no podíamos salir muy pronto por la mañana, así que perdimos un chollo con Cathay Pacific y pagamos bastante más por salir a mediodía de Barajas. El billete nos costó unos 1100 euros a cada uno, con Fly Emirates y escala en Dubai. En la misma web compramos el seguro de cancelación y asistencia médica por unos 60 euros por persona.
Los vuelos de ida eran: Madrid-Dubai, escala de 7.45h, Dubai-Denpasar; y los de vuelta eran: Denpasar-Singapur con la low cost Jetstarasia, escala de 2h, Singapur-Dubai, escala de 3h y Dubai-Barajas. Jetstarasia nos facturó el equipaje directo a Madrid, nos proporcionó todas las tarjetas de embarque, nos permitió los 23 kg y nos dieron de comer, por el hecho de volar después con Emirates. (Imagino que aplica a cualquier vuelo transoceánico).
Lo siguiente que hicimos fue mirar el alojamiento en booking. Encontramos muy buenas opiniones y procedimos a reservar en Lili House Ubud, en Ubud, la capital de Bali que sería nuestro centro de operaciones. Reservamos la suite (esto es un decir, dejémoslo en habitación apañada) y nos salió a 3 mill de rupias, luego añadimos un par de noches en Gili T Sugar Shack, en Gili Trawangan, que es una isla tipo Ibiza, por 2 mill de rupias, y al volver a Ubud, volvimos a reservar en el mismo hotel una habitación convencional por 450000 rupias. 1€ son 14500 rupias (o así estaba en Ubud) y en total nos salió por unos 376€ el alojamiento las 9 noches para las dos personas.
Mi pareja se encargó del vehículo y reservó un Suzuki Karimun, vamos, un coche enano, en balicarfinder.com por 90$, con kilometraje ilimitado y franquicia de 300€, para 5 días en total. El coche vinieron a traerlo al hotel a la hora convenida, y lo recogieron allí mismo a la hora convenida también. Para alquilar coche se necesita el carnet internacional de conductor y un par de c... porque el tráfico es bravito. Las motos aparecen por donde menos lo esperas, no miran ni un espejo, y es la ley del más valiente: el más valiente mete la cabeza en el cruce. Hay otras opciones. Alquilar moto por 3/4€ al día es una. El mismo hotel nos facilitaba esta opción si queríamos. Otra es, por un poco más al día, contratar el coche con conductor, pero no te podías pasar de x horas, y queríamos ir a nuestro aire. Y, por último, puedes contratar un guía. Hay información al respecto en losviajeros.com, con mails y telfs de distintos guías en castellano e inglés. Mi guía es la Lonely Planet.
Cuando pasó un tiempo, me hice cargo del transporte a la isla Gili Trawangan y el transfer del aeropuerto. Con respecto al transfer, decidí arreglarlo con el mismo hotel. Me pareció lo más cómodo, aunque no lo más barato. Nos salió a 300000 rupias el trayecto. Vamos, unos 20€. El transporte a la isla lo hice con dos compañías diferentes. En un principio iba a hacerlo todo con Gilicat, que es la compañía que más recomiendan en foros. (Sí, a la que le ha explotado el barco con los 4 españoles.... una mala suerte y una casualidad. Mi viaje fue un mes antes.) Pero cuando me decidí a hacerlo, ya no había sitio en el barco de las 9 de la mañana de ida a Gili. Encontré otra página intermediaria: gilibestdeal, página totalmente fiable y cuyo pago se realiza por paypal. Ofrecen distintas compañías de fast boats a las islas Gili, con diferentes puertos de salida y diferentes horarios. Elegimos salir de Padang bai porque leí que el trayecto a las Gili es más corto y el mar está bastante encrespado. Y la compañía elegida fue Mahi Mahi Dewata con salida el 12 de agosto a las 9h de la mañana. Cuando realizas el pago, gilibestdeal te manda un voucher y el número de telf de Mahi Mahi por si hubiera cualquier problema. La vuelta la reservé directamente con bluewaterexpress, para las 15h. Tenía muy buenas opiniones también en los foros. La ida me costó 50€ los dos y la vuelta me costó 98$ los dos (unos 75€). Luego explico si vale la pena o no la diferencia de precio. Todo depende de las prioridades de cada uno.
Pues nada, después de esto, de comprarme la Lonely Planet de Indonesia (porque la guía de Bali no vale mucho, la verdad), y de empaparme de blogs sobre el país y la isla, organicé mi itinerario. Y esto fue lo que hicimos:
05/08/2016: Vuelo
Salida de Barajas a las 15.20h. Nos levantamos bien tempranito para ir en coche desde Valencia. Pillamos un accidente y, para variar, nos perdemos intentando llegar al parking Larga estancia de la T4. El vuelo salió con 4h de retraso y la gente estaba bastante nerviosa. Justo dos días antes se había incendiado un avión en Dubai de Emirates, y al no decirnos nada, empezamos a suponer cosas raras. Nos dieron un ticket de comida y, cuando ya nos estaban diciendo que igual podría cancelarse, una azafata sale diciendo que podemos embarcar. Aun así, tardamos una hora más en salir.
Los aviones de Emirates están muy bien. Hemos volado las 4 veces en el avión más grande de la flota, que tiene dos pisos íntegros y espacio para más de 600 personas. Si no existiera la business class, cabrían más de 800 pasajeros. (Lo vi en un reportaje al volver del viaje). Daban una carta con menú a elegir al subir al avión, el espacio entre sillones era suficiente y confortable, todas las pantallas individuales iban perfectamente, con una inmensa batería de películas, series y vídeos en varios idiomas, y wifi en el avión. Así se pasa mucho mejor un vuelo.
Llegamos a Dubai con un margen de 3h antes de coger el siguiente avión. A las 4 de la mañana, hacía 39 grados. No quiero imaginar lo que debe de ser pasar un día allí de escala. Consumimos nuestro ticket de desayuno y cogimos el siguiente vuelo a Denpasar, que salió una hora tarde.
06/08/2016: Llegada a Denpasar
Llegamos a Denpasar bastante tarde. La hora prevista era las 21.40, pero llegamos a las 22.40h. Entre que esperamos a que comenzaran a salir las maletas, y pudimos cogerlas, se nos hizo muuuy tarde. De hecho, había personal del aeropuerto con un papel interminable de largo, nombres de pasajeros cuyas maletas se habían quedado en Dubai. Y, al no aparecer las nuestras y al no estar en la lista interminable, empezamos a temernos lo peor: que las maletas se habían perdido. Cuando sólo quedaban 4-6 personas en la cinta y nosotros, salieron nuestras maletas. Uuuufff, qué alivio.
Salimos fuera y cambiamos 400€ a rupias. Después de guardarme los más de 5 mill de rupias en la cartera como pude, salimos a buscar el taxi que nos llevaría a Ubud. Por un problema de comunicación, no entendimos muy bien dónde nos esperaba el taxi. Carlos, mi marido, empezó a ponerse nervioso, volvió a entrar en el aeropuerto, y allí estaba el pobre hombre. Llegamos al hotel en Ubud a las 2h de la madrugada del domingo.
Hicimos el check in, pedimos el desayuno, inspeccionamos la habitación, cuyo baño no estaba muy limpio que digamos, y cuya pila de lavabo se hallaba fuera del baño, y caímos rendidos en la cama. Al día siguiente madrugábamos porque recogíamos el coche y empezábamos la ruta.
07/08/2016: Pura Taman Ayun - Jatiluwih - Pura Ulun Danu Batur -
Habíamos pedido el desayuno para las 8h. Carlos pide tortilla de verduras, acompañada de tostadas con mantequilla y mermelada, cafe y zumo y yo un pancake (crepe) de piña ... que llegó con plátano dentro. Y yo odio el plátano. Pero el pancake es lo típico allí, chicos. Pedí un té y zumo de sandía. Estaba todo bastante rico. Después de terminar de arreglarnos, nos llaman de recepción a las 8.40 para avisarnos que ha llegado el hombre del rentacar. Se adelanta 20 minutos. Mejor. Lo bueno al alquilar un coche en Bali, es que te lo llevan directo al hotel y no hay que pagar nada por adelantado. También te lo recogen ellos mismos. Así que salimos del hostalillo, por el camino estrecho que hay, y vamos a una zona más amplia donde nos espera el hombre. Nos entrega un Suzuki Karimun, pequeñísimo y con ruedas casi de bicicleta. Carlos me dice que si no llueve, no habrá problema. Pero las ruedas son lisas y no tienen dibujos, además de ser muy finas. Teníamos que pagar un depósito de 100¢ y me piden 100€. Les digo que la equivalencia son 70€ y eso es lo que les doy. Ellos tan campantes.
Entre pitos y flautas, salimos casi a las 10h del hotel. Utilizamos la aplicación Maps.me, que ya habíamos usado previamente en Cuba (ver diario de viaje de ToniEscuder). Y no tuvimos pérdida. Funciona por ubicación vía satélite y no consume datos. Primero fuimos a Pura Taman Ayun. Las carreteras están un poco regulares pero no hay grandes baches y están asfaltadas. Nos cuesta 40000 IDR más el parkir (párking): 5000 IDR. Vamos, una risa. No llega a 3€ el ticket de entrada y 30 céntimos el parkir.
Pura es el término utilizado para "templo". Pura Taman Ayun (Templo del Bello Jardín) es un precioso templo rodeado por un manto verde de exótica vegetación. El templo se encuentra protegido por un foso y los visitantes no pueden acceder a su interior, pero pueden contemplarlo desde el muro que lo rodea. El templo, creado en 1634, se extiende sobre un terreno de 250 por 100 metros a lo largo de los cuáles se extienden preciosos jardines, un foso y varias merus (pagodas) de diferentes alturas.
Tras visitar este templo, que no es muy grande, fuimos a ver las famosas terrazas de arroz, por las que llevo años soñando, y que ya pude apreciar en Sapa el año pasado, aunque no con el mismo esplendor.
La estructura montañosa de los terrenos hace que el cultivo del arroz no sea una tarea fácil, pero esto es algo que los balineses solucionan con los campos de arroz escalonados, fruto de la cooperación entre la naturaleza y el hombre. Algunos de los bancales han tardado en construirse varios siglos, pero en la actualidad componen un verde paisaje digno de las más bella de las postales.
Un sistema de canales transporta el agua desde los manantiales hasta los campos de arroz para mantenerlos encharcados y, tras 210 días, el arroz está listo para ser recolectado. Después de esto el terreno vuelve a prepararse para la siguiente plantación. Todo el proceso es cuidadosamente vigilado por Dewi Sri, Diosa del Arroz, a la que los campesinos rinden especial homenaje con los pequeños santuarios que colocan en las plantaciones.
Para llegar a ellas, el gps nos llevó por unas carreteras muy muy estrechas pero con un paisaje espectacular. Primero visitamos Jatiluwih, que es patrimonio de la humanidad. Un poco antes de llegar, hay un mirador precioso. Se paga el acceso a la zona natural un poco más abajo. Nos cuesta 40000 IDR la entrada, más 5000 IDR el parkir. Puedes parar donde quieras, siempre que sea zona habilitada, así que paramos en el parkir del primer restaurante que encontramos, y de ahí, hicimos una ruta entre arrozales de unas 2h de duración. Queríamos andar más, pero se nos pasaba la hora de comer y Carlos, si no come, está quisquilloso todo el día.
Comimos en el restaurante donde aparcamos. Creo que su nombre era Jatiluwih Rice Terraces. Las vistas eran maravillosas. Comimos, de hecho, en la misma barandilla. Pero las vistas se pagan, claro. Y este sitio fue donde más caro comimos en todo el viaje, pero con bastante diferencia. Nos costó 400000 IDR y sólo pedimos 3 Bintang de 45 cl (cerveza local), pasta bolognesa, pasta carbonara, una ensalada césar y tarta de queso. Nos costó así en euros unos 30€ los dos. Para lo que es aquello: una barbaridad.
Tras montar en el coche, cayó una tromba impresionante de agua, llegando a circular a 10 km/h. Desesperante. Aquí tengo que decir que, aunque las distancias no son muy largas en general en esta isla, es imposible circular a más de 60 km/h. Hay demasiado tráfico: camiones muy lentos, motos que aparecen por doquier y donde menos te lo esperas y coches. Las motos, además, tienen el retrovisor de adorno. Fijaos que vimos a varios guiris conduciendo motos y lesionados por caídas. Conducir coche puede ser un poco estresante, pero me siento más protegida que en una moto. Además, podemos ir mirando tranquilamente el gps, cargarlo si se acaba la batería y, para mí lo más importante, no te mojas si llueve, cosa muy común en Bali.
Nos dirigimos hacia Pura Ulun Danu Batur, el templo en el lago Danau Beratan. Llegamos bastante tarde (igual eran las 16.30/17h). Pura Ulun Danu Batur es un hermoso templo dedicado al dios del lago, que compone el más importante de los templos balineses después del Templo Madre. Construido en 1926, el santuario se encuentra ubicado en un magnífico emplazamiento junto a un lago, a los pies del Volcán Batur. Pura Ulun Danu Batur es un complejo formado por nueve templos que contienen un total de 285 santuarios dedicados a los dioses del agua, las montañas, la agricultura o la artesanía entre muchos otros. Dejando a un lado la belleza del templo, el mayor atractivo que posee es su emplazamiento, reflejado en el lago y rodeado por las verdes montañas.
En la entrada no quieren darme el ticket, y juraría que me cobran de más. Esta es la primera y última vez que me timan en el viaje, porque estoy segura que me timaron. Me cobraron 50000 IDR, pero no pagamos parkir. El entorno del lago es precioso y tiene incluso barcas para remar por él. De ahí subimos a un mirador para admirar otros dos lagos más: Danau Buyan y Danau Tamblingan. Después de unas fotos, salimos pitando al hotel, pues se hace de noche a las 18/18:30 y ya eran. Carlos lo único que me pidió fue no conducir de noche, porque hay obstáculos donde menos lo piensas, no hay mucha iluminación, las motos pasan de todo, etc... Pues nada, llegamos al hotel a las 19.40h. Y como era de noche, no reconocíamos el punto exacto donde estaba el hotel o el aparcamiento. Después de ir con cien ojos, lo encontramos.
Después de ducharnos a toda leche y ni descansar ni nada de nada, decidimos cenar en un restaurante que había en el mismo entradero de nuestro hostal: Who's who. Viene en Trip Advisor como uno de los mejores rtes de Ubud. El propietario es belga y cierra a las 22h. Así que por poco no cenamos. La cena costó 294000 IDR (21€) y comimos dos filetes a la brasa de pollo con ensalada de cherries y pepino, más patatas fritas, dos panacotas y dos Bintangs grandes. Estaba todo buenísimo. Al hombre le debe de ir muy bien, porque abre sólo por las noches y no todas. Y además no cierra tarde. Lo cierto es que sobre las 17/18h ya hay gente cenando -o merendando-, según se mire.
Kms: 128 kms
08/08/2016: Tegallaland - Pura Gunung Kawi - Pura Gunung Kawi - Tirta Empul - Pura Gunung Kawu Sebatu -
Pedimos el desayuno a las 7.15h y salimos a las 8h del hotel. Esta vez no queríamos que se nos hiciera de noche por ahí con el coche. Fuimos primero a las terrazas de arroz de Tegallaland. El lugar está entre montañas, y en la carretera hay cientos de cafeterías cerradas. Se ve que fuimos muy pronto. Pero no encontramos la entrada a las terrazas y nos desesperamos un poco. Visitamos dos miradores, con la esperanza de encontrar un entradero y poder caminar entre ellas. Finalmente, un guía nos dice que volvamos al sitio donde fuimos en primer lugar, que por allí se entra. Encontramos una especie de comisaría y allí preguntamos. Nos dijeron que al pasar el Gangnam style bar, teníamos una entrada en Kopi bar. El bar seguía cerrado, pero estaban barriendo y nos dejaron bajar. Conseguimos cruzarlas en soledad absoluta, disfrutando del precioso paisaje. Volviendo, un campesino nos exigió 10000 IDR para poder salir. Era la hora del turista y ya se estaba empezando a llenar. Pagamos y nos fuimos. Al salir, compramos una botella de 1,5l por 15000 IDR en la acera de enfrente, porque en las cafeterías no hay tan grandes.
Cogemos el coche y salimos hacia Pura Gunung Kawi. En la misma calle de la entrada, el tráfico es un completo caos. Conseguimos aparcar girando a la derecha, en un callejón. Pero no penséis que nos íbamos a librar de pagar el parkir por el hecho de no haber aparcado allí. Total, que pagamos 30000 IDR por persona y nos dan un sarong por primera vez para acceder al templo. El sarong es obligatorio en casi todos los templos. Es lo que yo denomino: mantel. Básicamente es un trozo de tela que se pone a modo de pareo. Da igual si vas con las rodillas tapadas. Si ellos consideran que debes ponértelo, te lo pondrás, seas chico o chica. Ellos lo llevan.
Pura Gunung Kawi es un templo público dedicado al dios del agua, en el que se encuentran enterrados los miembros de la familia real. Ubicado entre arrozales y palmeras, el templo está rodeado por un llamativo y verde paisaje. Tras un descenso por las empinadas escaleras repletas de tiendas de souvenir típicos, se llega hasta el cauce del río, donde se encuentra ubicado el templo. En la parte exterior del templo se pueden ver las tumbas de los miembros de la familia real, aunque no se encuentran enterrados en ellas, sino en el interior de una de las cuevas del templo.
Tras bajar los 257 escalones empinados que luego hay que subir, disfrutamos de la maravillosa naturaleza. A la salida, nos piden 5000 IDR de parkir y nos vamos a Tirta Empul. Entiendo que el término Tirta significa "fuente", aunque "tirta empul" significa "agua termal" en balinés. Este es un templo del agua con un manatial de agua termal y diversas fuentes donde la gente se baña para purificarse. El templo fue construído en el SX en honor al dios hindú Vishnu.
A la salida hay un mercadito con ropa y souvenirs. Podeis regatear y pasar la mañana si quereis. Es un buen sitio, no muy caro, para aprovechar y hacer compras y regalos. No es el mejor sitio para comprar artesanía. Para eso ya hay un mercado al sur de Ubud, que es de donde se compran todos los productos al por mayor. En las guías viene.
Una vez terminamos allí, fuimos a Pura Gunung Kawu Sebatu, en el pueblo de Sebatu. Para mí, este fue el templo más bonito de los tres. Aunque el emplazamiento del primero es espectacular, este tiene algo especial: pequeño, recogido, también en plena naturaleza. Es un templo precioso que no está nada explotado. La zona es bastante solitaria, de hecho, y se puede ver poco turista por allí. La entrada cuesta 35000 IDR con sarong y parkir incluído. En el fondo de un valle, por debajo de la carretera (desde donde disfrutará de la mejor panorámica), Pura Gunung Kawi Sebatu está enmarcado por una lujuriante vegetación. Con sus meru en segundo plano, sus pequeños pabellones y sus altares cuajados de ofrendas, el lugar está lleno de encanto. Una manantial sagrado alimenta unos baños donde los habitantes de Sebatu acuden a purificarse.
Proseguimos el viaje hacia el volcán Batur y el lago Danau Batur. Por el camino, en la única carretera que hay, aunque no demasiado transitada, nos paró la policía para pedirnos los papeles del coche y carnet internacional. Fueron muy amables y nos indicaron dónde podíamos comer. Parece que si no tienes el carnet internacional, no son tan amables. Seguimos nuestro camino, aunque nosotros ya sabíamos dónde íbamos a comer: un restaurante que recomendaba El Rincón de Sele por sus vistas. Llegando a la zona en cuestión (es un tramo de carretera repleto de restaurantes), nos paró un señor en una taquilla y nos cobró 65000 IDR en total por entrar a la reserva natural y el parkir. Ya estamos con el parkir, menos mal que al cambio es barato. Cada restaurante tiene su párking, pero te lo cobran a la entrada.
Total, que fuimos al Sari Restaurant, que está al girar la curva de la taquilla a la derecha. Comimos en una cama/mesa balinesa. Yo encantada, porque nunca había comido ahí y teníamos el volcán enfrente, aparte de estar a la sombra. Carlos hubiera preferido una silla para sentarse, jijijii. Pedimos Nasi Goreng (arroz frito con pollo, vamos), con unos sate de pollo en brocheta (una de ellas era pollo con leche de coco y estaba exquisito). Los satés son muy típicos allí. Además, pedimos dos Bintangs grandes y un plato de fruta cada uno con piña, plátano, papaya y no recuerdo qué más. En total, nos costó 267000 IDR. Bien, vamos bajando el precio!! Esto no son ni 10€ por persona que, para un sitio turístico, no está mal. Los baños súperlimpios.
Después de comer, bajamos al lago, hicimos unas fotos, admiramos las vistas, y nos fuimos hacia el hotel. Este día llegamos súper pronto, a las 16.45h. Así que nos pusimos el bañador y a la piscina. Luego duchita, siesta y cena.
Para cenar, fuimos a la crepería Le Moulin, que también aparece en tripadvisor como uno de los mejores sitios para cenar. Estaba pegadito al hotel. Los dueños son franceses y está todo buenísimo. Pedimos dos Bintangs grandes, una ensalada de pollo, dos galletes (crepes salados) y un crepe de postre con helado de fresa, pero fresa de verdad, melocotón, almendra y chocolate blanco...mmmm.... Nos costó sobre 250000 IDR. Y seguimos bajando los precios de la comida, poco a poco. Esto viene a ser unos 8.5€ por persona. Y salimos rodando. Paseamos un poco por Jl Raya Pengosekan, que es una de las principales de Ubud, repleta de restaurantes y dónde se encuentra el hotel también. Descubrimos varios garitos con música en directo y entramos en el que sería nuestro garito nocturno a partir de entonces: The Onion. Nos pedimos un cocktail por 75000 IDR cada uno.
Kms: 90 kms
09/08/2016: Goa Gajah - Pura Kehan - Penglipuran - Pura Besakih - Pura Penataran Agung - Puri Gherta Gosa
Pedimos el desayuno lo más pronto que se podía: 7.30. Yo me pedí tortilla de verduras con tostadas de mantequilla y mermelada, zumo de sandía y té. No quería arriesgarme a encontrarme otro trozo de plátano. Salimos sobre las 8.15h del hotel rumbo a Goa Gajah, la cueva del elefante, que está muy cerca de Ubud, realmente a la salida. Como no sabíamos si habría parkir allí (menuda tontería, donde te piden dinero, siempre hay parkir), Carlos decidió repentinamente aparcar en la cuneta. Así que tan repentino fue... que casi volcamos con ese minicoche con sus miniruedas sobre un templo abandonado en el terraplén.
Aún con el susto en el cuerpo (y yo no era la única que se asustó), salí del coche dispuesta a cruzar la calle por el paso de cebra (que allí está de adorno). Y como aún estaba traumatizada por la forma de aparcar, se me olvidó mirar la calle en el sentido inglés, o sea, al revés. Lo siguiente que recuerdo es el grito de Carlos, su empujón, y un camión pasando a toda leche a escasos cms de mí. Y cuando digo escasos no exagero. Carlos se asustó más que yo. Pues nada, cruzamos y pagamos 15000 IDR por persona para entrar a esta maravilla natural, en medio de la selva. Un lugar precioso y tranquilo en un entorno precioso. Y como era pronto, no había muchos turistas.
La Cueva del Elefante, localmente conocida como Goa Gajah, es un templo público construido en el siglo XI que constituye un importante centro de meditación para los sacerdotes procedentes de otros templos. La entrada de la cueva está constituida por un enorme elefante tallado en la roca, cuya boca da paso a la cueva. En el interior se encuentra una escultura de Ganesha, (dios de la ciencia) que presenta aspecto de elefante. En el exterior hay un enorme árbol que fue plantado durante la construcción del templo, en el siglo XI. También se pueden ver tres piscinas en las que hombres, mujeres y niños son purificados antes de la oración.
Decidimos indagar un poco y meternos por un sendero tapado entre árboles, que se ve que da la vuelta a toda la montaña. Total, tanto quise hacer de Indiana Jones que, cuando dejamos el lugar, tenía una erupción por las piernas con unos ronchones bastante grandes. Bueno, no pasa nada, gajes del oficio. Volvimos al coche, me puse la crema milagrosa de las picaduras (que no me pase como con el abejorro de Florencia... también podeis leerlo en la guía de Florencia y Más de ToniEscuder), me tomé un antihistamínico y a correr. Y ahí fue donde descubrí que el jabón de manos se había vertido enterito dentro de mi mochila. Venga, qué más falta hoy?? Bueno, mientras sean tonterías sin importancia de este tipo, no pasa nada. Después de poner a secar la mochila en el salpicadero, proseguimos viaje.
Nos dirigimos a Pura Kehan, del mismo estilo que los de Angkor pero muy chiquitito, y poco visitado (de los que a mí me gustan). Nos costó un poco llegar porque estaba entre calles y pasamos por algunos lugares muy muy autóctonos. Nos tocó preguntar en una tiendecita y todo, donde nadie hablaba inglés, pero nos entendimos y llegamos. Es que el gps no tenía las calles bien puestas, o los sentidos, no recuerdo ahora. Carlos quería ahorrarse el parkir y decidió aparcar en la calle, antes de entrar, pero cuando pagamos la entrada nos cobraron el parkir. El hombre nos dijo que daba igual donde aparcáramos porque nos lo iba a cobrar igual, y que nos aconsejaba dejarlo dentro. Y eso hicimos, dejarlo a la entrada del templo. Pagamos 30000 IDR por persona más 2000 IDR de parkir y recogimos nuestro sarong o mantel, según se mire. Lo de pagar el parkir creo que se convirtió en cuestión de orgullo, más que otra cosa, para Carlos, porque si pensamos en lo que cuesta realmente te mueres de la risa. Recordemos que 14500 IDR es un euro. Igual ni llegó a 15 cents el párking.
Este templo es a menudo descrito como la versión en miniatura de la Besakih Pura. Al igual que el templo madre, este templo tiene 8 terrazas y está construido en la ladera sur de la colina. Construido en el s XI, el templo Kehen es el templo más grande en el Este de Bali y considerado como el más fino también. El complejo del templo está en medio de plantaciones de palmeras que crean un ambiente místico... Kehen significa casa u hogar y simboliza el dios del fuego, Brahmen que protege el templo. Debido a que es uno de los templos más importantes de la región, muchas ceremonias religiosas tienen lugar aquí.
Cuando terminamos, fuimos al pueblo famoso de Penglipuran. Es famoso porque sale en una etapa de Pekin Express de 2014. Aquí se rodó la prueba de inmunidad, donde los participantes tenían que contar las personas censadas: hombres y mujeres, en determinadas casas. Para eso, debían prestar atención a los símbolos que hay pintados en una pizarrita en cada puerta. Debo decir que este pueblo es una turistada, como todos los que se recomiendan en foros. Honestamente, si quereis ver un pueblo de verdad, parad en cualquier sitio que veáis en vuestra ruta. Vimos pueblos preciosos, casi sin gente y cero turistas por todos los caminos secundarios. Cada pequeño pueblo tiene varios pequeños complejos de templos, cada uno dedicado a un propósito diferente. Aún así, el pueblo es bonito, aunque arreglado a propósito para ser lucido. Pagamos 30000 IDR por persona para entrar y no pagamos parkir. Y eso que había un súper parkir a la entrada.
Indagamos dentro de los patios de algunas casas, las familias nos incitaban a entrar dentro, aunque no teníamos muchas ganas al tratarse de una turistada. Pero vimos como trabajaban las mujeres en los patios, las jaulas de los gallos de pelea (algo muy común allí), divisamos algunas estancias, etc... Cuando terminamos, nos dimos una vuelta por el bosque de bambú, que está a la derecha una vez entras a la explanada de la entrada. (El pueblo queda a la izquierda).
Se nos estaba haciendo un poco tarde y Carlos ya estaba preocupado por la comida. Pero claro, aún no era la hora de comer. Tan sólo eran las 12h. Decir que en las guías te recomiendan comer pronto porque los balineses cierran. Pero no es cierto. Todos los restaurantes están abiertos siempre a cualquier hora del día. No es así por la noche, cuando algunos cierran verdaderamente pronto. Así que hicimos marcha hasta el famoso templo madre: Pura Besakih, el templo más grande de Bali. Aparte de su gran importancia, que la tiene, en los blogs es conocido porque hay mucha mafia en torno al templo. Dicen que te obligan a alquilar el sarong (cosa cierta), que te obligan a contratar un guía, que te acosan, etc etc etc. Y todo lo que dicen es cierto. Así que si vais, armaros de paciencia y valor. La visita SÍ vale la pena. El templo te traslada a tu lado más espiritual, con tantas ceremonias como se pueden ver en directo.
Pura Besakih (Templo Madre) es el más grande y más sagrado de los templos de Bali. Ubicado en la ladera del sagrado Monte Agung, el Templo Madre está compuesto por 22 templos diferentes (el número es orientativo, varía según donde lo mires, pero son muchos de hecho). Durante los terremotos de 1917 gran parte de los templos del Templo Madre quedaron devastados y tuvieron que ser reconstruidos. Más tarde, durante la erupción del volcán en 1963, el complejo logró salir ileso, algo que los ciudadanos balineses catalogaron como milagroso. El principal de los 22 templos que componen Pura Besakih es Pura Penataran Agung, un extenso santuario con diferentes áreas que representan las siete capas del universo. En la parte superior del Templo Madre se encuentra Pura Pangubengan, un templo de piedra oscurecida que ofrece maravillosas vistas del complejo. Existen tres templos dedicados a la trinidad Hindú: Shiva (el destructor), Brahma (el creador) y Visnú (el preservador). Cuatro de los templos del complejo reflejan las cuatro formas de Dios mediante los puntos cardinales: Pura Batu Madeg al norte, Pura Kiduling Kreteg en el sur, Pura Gelap en el este y Pura Ulun Kulkul en el oeste.
Compramos la entrada un poco antes de llegar y me sorprendió bastante el hecho de que la entrada sólo costase 15000 IDR por persona, ya que al ser el templo más importante y visitado, contaba con que nos cobraran mucho más. Al señor de las entradas le pregunté si el sarong era o no era gratis, y si era obligatorio o no el contratar un guía. Me dijo que el sarong sí se alquilaba pero que el guía era optativo, sólo si quería ayudar a la gente local. Me preguntó de dónde éramos (en todas partes lo preguntan y lo anotan) y me preguntó si le daba monedillas españolas ya que él coleccionaba. Le di 30 cents y tan contento. Aparcamos en un parkir más adelante y entramos por unas puertas. Miento, no llegamos. Un señor nos cogió y nos llevó a un lado para alquilar los sarongs y decirnos que sin guía no podíamos pasar.
Después de discutir con los hombres de la entrada, vimos que tras la entrada no había ningún templo, sino que el complejo estaba arriba del todo de la carretera y entraban coches. Intentamos entrar el nuestro pero se nos pusieron delante y nos prohibieron entrarlo. Nos ofrecieron alquilar moto y nos negamos, así que bajo el sol de mediodía, subimos calle arriba, a la hora de comer, rumbo al templo madre. Y a Carlos esto ya no le estaba gustando... Y más sin haber comido. Llegamos a otra puerta y nos volvieron a parar. Nos dijeron que no podíamos entrar sin guía, que sólo podíamos ver los templos que había por fuera y ya está. Después de discutir yo con el hombre en inglés y ponerme bastante agresiva porque estaba viendo personas solas y sin guía, el hombre nos dejó en paz hasta que otro chico nos asaltó a la entrada del templo más importante. Le advertí a Carlos que no soltara prenda en inglés, pero el chico era más listo que nosotros y nos preguntó si éramos españoles. Muy amable el muchacho (el único amable que encontramos) nos explicó que cuando hay ceremonias no se puede entrar a solas. De hecho, está compinchados con otros que están ya dentro, en la entrada, para que no se escape ningún turista.
El chico, muy honrado, nos dijo que buscáramos un guía, que había muchos. Y como no nos vio convencidos, nos dijo que él sería nuestro guía, pero en inglés. Después de dialogar un poco, le contratamos por algo más de una hora con visita en español por 10€ en total. Aprovechamos para preguntarle muchas cosas sobre la cultura balinesa y la religión. (Había que amortizar la visita). Y lo cierto es que explicaba muy bien. Si no le salía algo en castellano, nos lo decía en inglés y yo lo traducía. Cuando llegamos al último templo, el que está más arriba, nos dijo que a ese templo se accede desde fuera. Vamos, que se podía ir sin guía. Y, al bajar, descubrimos que si entramos por fuera y subimos arriba, se puede bajar perfectamente por la parte interior de los templos sólo y sin guía. Nunca te acostarás sin aprender una cosa más. En el aeropuerto al volver, conocimos a unos chicos que dicen que lo que hicieron ellos fue buscar a un policía, contarles que estaban siendo acosados para pagar un guía, y el propio policía les hizo de guía gratis. Otra cosa a saber, para los que viajéis en un futuro.
Allí compramos el agua más cara de toda la isla: 25000 IDR. Pensamos que le pagamos el agua al guía también sin darnos cuenta. Al finalizar la visita, le preguntamos dónde podíamos comer. Nos dijo que las mujeres que habían allí vendían brochetas sate y podíamos comer comida local. Nos dio la risa porque para saciar a Carlos, se necesitan muchas brochetas, de muchas mujeres. Así que en el gps nos mostró pueblos donde podíamos encontrar restaurantes. Fuimos a Menanga, que nos pillaba de camino hacia el siguiente destino. Eran ya las 15h de la tarde. Y justo antes de llegar, en una curva, encontramos un resort con restaurante: Artha Agung. El sitio tenía unas vistas increíbles de la montaña y era muy tranquilo, con un jardín y una piscina. Bueno, y algunas hormiguitas también, jejeje. Pedimos un plato de lumpia (que viene a ser rollitos de primavera) con 6 rollos bastante grandes, un plato (enorme) de nasi goreng especial (arroz con pollo y cerdo, con huevo encima) y dos Bintangs grandes. Nos costó 236000 IDR (16€). Y seguimos bajando el precio. Va, que cuando acabe el viaje comeremos por 3€, como dicen todos los turistas XD.
Sobre las 17h, llegamos al Palacio de Justicia o Puri (palacio) Kherta Gosa en Klungkung. La entrada nos costó 12000 IDR cada una. La foto a este edificio sale en muchos catálogos. Es el antiguo palacio de las cortes, del siglo XVII, famoso por sus frescos. El palacio fue erigido a finales del siglo XVII pero destruido en gran parte durante la conquista de los holandeses en 1908. Hoy en día, los restos básicos del palacio son la corte de justicia, el Kertha Gosa Pavilion (el edificio principal) y la puerta principal de 1622.
Desde allí, se podía ver la calle principal, dónde había un desfile con coreografías perfectamente sincronizadas de niños perfectamente uniformados y divididos por escuelas. Durante estos días que hemos estado por allí, hemos visto muchos desfiles de este tipo. Son actos típicos para celebrar el día más importante de Bali. Cada 17 de agosto, las calles de todo el país se cubren de guirnaldas y banderas indonesias para conmemorar el aniversario de su independencia. Mediante diversos desfiles, el archipiélago recuerda la fecha en que el primer presidente del país, el general Sukarno, declaró un nuevo Estado formado por los antiguos territorios coloniales de Holanda en el sudeste asiático (1945).
Al terminar la visita, recogemos el coche del parkir donde lo habíamos dejado y ¡sorpresa!. Se acerca un hombre y yo ya voy sacando la cartera porque intuyo lo que viene a continuación. Hay que pagar 2000 IDR de parkir. Ya estamos acostumbrados. Llegamos al hotel a las 18.30 (Klungkung se encuentra bastante cerca de Ubud y la visita es breve). Nos pegamos un baño en la piscina, siesta, y a cenar.
Esta noche fuimos al Mamma Mia, un italiano también pegado al hotel, cuyo dueño es italiano. Lo verdad es que tenemos suerte con todos los lugares elegidos. Sus dueños saben mantener la tradición de su cocina y está todo muy rico. Pedimos tostada de tomate, tostada de pesto, pizza 4 quesos (no sé cómo explicaros el tamaño de la pizza, pero era más grande que una pizza Casa Tarradellas), y de postre un brownie en copa. Nos costó 210000 IDR (unos 7€ por cabeza). Bien, seguimos bajando!!!! Y después del Mamma Mia, nos fuimos al Onion, ya nuestro segundo hogar XD. Pedimos un mojito y un long island iced tea.
Este día pusimos gasolina: 160000 IDR. El litro vale 6500 IDR, lo que viene siendo 40 cents si llega.
Kms: 94 kms
10/08/2016: Tanah Lot - Green Bowl Beach - Pura Luhur Uluwatu
Desayunamos a las 7.30h lo mismo del día anterior. Y volvemos a salir a las 8.15h del hotel rumbo a uno de los templos más bellos de Bali: Tanah Lot, al sur de Ubud y pegado al mar, dicen que tiene uno de los atardeceres más espectaculares de Asia. Viendo la ubicación, es fácil imaginarlo, pero coincidir e intentar estar ahí a las 18h, cuando empieza a atardecer, es difícil. Además, luego hay que conducir de noche a la vuelta. Enhorabuena si lo conseguís. Nosotros decidimos que por la mañana también es muy bonito. La entrada nos costó 30000 IDR y el parkir 5000 IDR. Por el camino, encuentras muchas tiendas de souvenirs, pero mucho más caras que las de Tirta Empul.
Pura Tanah Lot (Templo de la Tierra en el Mar) es un precioso templo hinduista ubicado en un islote a 100 metros de la costa suroeste de Bali. Construido por un sacerdote durante el siglo XVI, el templo está dedicado a los espíritus guardianes del mar y se cree que está vigilado por las peligrosas serpientes marinas que habitan bajo la superficie. Cuando la marea es alta, la roca en la que se ubica Pura Tanah Lot llega a cubrirse casi por completo, pero durante algunas horas al día es posible llegar hasta el templo caminando sin apenas mojarse. El interior del templo, al que se accede a través de una escalera tallada en la roca, no se puede visitar pero al atardecer es posible acercarse hasta el santuario para recibir una bendición otorgada por los sacerdotes.
Y nosotros nos lo encontramos con marea baja, por lo que pudimos acercarnos bastante a la roca. Aunque, poco a poco, la marea fue subiendo. Hay un mirador a la derecha. Desde allí, puedes sacar buenas fotografías. Si te giras, se pueden ver arcos de piedra en el mar, también con la marea baja, muy parecido a la Playa de las Catedrales en Ribadeo. Si sigues caminando hacia la derecha, puedes incluso bajar a la playa. Después de disfrutar un poco del mirador, decidimos ir directos al templo y disfrutar la marea baja. Poco a poco se fue llenando de turistas y ahí fue que decidimos seguir hacia la derecha para ver todo lo demás. Cuando nos cansamos, fuimos a los baños del parkir, que no están mal, a cambiarnos de ropa. Nos pusimos el bañador porque íbamos a visitar una playa antes de ir a Ulluwatu.
He de decir que desde Tanah Lot hasta el sur de la isla (íbamos camino a Ulluwatu y la playa) hay un tráfico infernal. Sólo los separan 38 kms, pero tardamos como 2.30h en llegar!!!! Horrible. Para colmo, conducen muy mal y aquí fue donde nos dieron en el coche. Un camión salió perpendicularmente a nosotros, intentando pasar por detrás, golpeando el retrovisor (menudo viaje le dio) y algún punto en la parte trasera del coche. Al retrovisor no le pasó nada, afortunadamente, aunque se quedó temblando (literalmente). Desafortunadamente, el camión le hizo una raya detrás y lo manchó de pintura negra. Pero allí si te das un golpe la vida continúa, así que proseguimos nuestro camino.
La playa elegida figura en un listado como una de las playas vírgenes más bonitas de Bali. Bonita sí es, vírgen también, lo de playa ya.... Se llama Green Bowl Beach, aunque yo la apodé la playa asesina. Por eliminación de tickets, deduzco que la entrada costó 5000 IDR por persona e intuyo que 2000 IDR de parkir. Bajamos más escaleras que las que hay en el Miguelete de la Pz Vírgen de Valencia, menos mal que por la montaña y a la sombra, y por fin llegamos a la playa. Pero lo que encontramos fue una playa idónea para surfistas y no para baño. Las olas eran enormes. De hecho, estaba yo en la orilla, sin tan siquiera mojarme los pies, admirando el paisaje, cuando de repente me veo mojada de arriba a abajo: una ola grande, muy grande. Luego vino otra que se llevó alguna toalla y mojó otras bastante. Ante esto, Carlos y yo nos miramos y salimos corriendo hacia nuestras cosas para elevarlas a un punto alto, porque ya hemos vivido esto antes en Asturias. (Guía Asturias 2012, de julsglobetrotter).
Una vez puestas a salvo nuestras cosas (y tampoco tan a salvo, porque alguna ola casi tapó la roca donde subimos las cosas), nos hicimos unas fotos y tratamos de bañarnos. Misión imposible: la corriente te arrastra hasta el infinito y más allá, junto con pequeñas rocas que no sé de dónde salen pero que te dejan marcada y morada. La playa tiene un par de grutas. En una de ellas había unas balinesas haciendo masajes balineses a turistas. No se inmutaban con las olas, con lo que entiendo que la marea no llegará a subir hasta allí. Quise ir de Indiana Jones a ver la otra gruta. No pasé porque había unas rocas antes, y me daba cosa no fuera a ser que viniera una ola y me quedara atrapada. Pero la ola vino igual y Carlos se puso nervioso y me gritó para avisarme. Yo le pedí calma y me quedé quieta, con la ola tapándome los muslos (juro que cuando llegué a la zona de rocas había 3 metros desde la orilla hasta mí). Pero vino otra ola con más violencia que la anterior y esta sí me arrastró hacia las rocas golpeándome. Tuvo que venir Carlos a sacarme de allí porque si no, me habría hecho daño.
Cuando decidimos que la cosa se estaba poniendo peligrosa, nos fuimos. Pero esperamos pacientemente a que las olas se retiraran para subir las escaleras, pues cuando venían con violencia, tapaban varios escalones (y eso que el primero estaba muuuy alto). Subimos las escaleras interminables después de algún descansillo. No conseguí bañarme entera en la playa, pero no lo necesitas después de subir las escaleras. Cuando estábamos llegando, empezamos a ver monos. Muy monos, valga la redundancia, todos ellos. Hasta que descubrimos a uno sentado en una de las motos, abriendo la guantera y sacando el tabaco de algún incauto para llevárselo. Alucinante. Luego vemos a otro abriendo otra guantera y llevándose los papeles que había en ella. Ahí ya empiezo a sentir miedo. Así que me giro para ir al coche y veo un mono esperando en la puerta del copiloto. Ni de coña abro yo la puerta con ese ahí. Carlos sube al coche, lo saca y subo corriendo. Pensábamos que nos habíamos librado de los monos, pero con la luz del sol descubrimos que se han dado un festín en la luna delantera, que está llena de pisadas de monos.
Después de la visita a la playa asesina, vamos a Pura Luhur Uluwatu, que está bastante cerca de ésta. Ya llegando, vimos un warung lleno de gente, que se nos antojó idóneo para comer al finalizar la visita. De hecho, tenía pegatinas de tripadvisor. Un warung es un chiringuito de comida local donde la comida es autóctona y los precios muy asequibles. Llegamos al templo sobre las 13h y hacía un calor abrasador. Lo más interesante del sitio es el entorno, ya que el templo está sobre un acantilado. Pero visto el tráfico que hay para llegar, si no teneis tiempo de verlo, o tenéis que elegir entre Tanah Lot y este, yo os aconsejo que veais Tanah Lot. Vale mucho más la pena y tiene más encanto. Pagamos 30000 IDR cada uno por entrar y seguimos un camino recto bordeando el acantilado, para tener una buena vista del templo desde el frente. La pena es que, al ser mediodía, se adivinaba más bien la silueta, ya que estaba a contraluz.
Pura Luhur Uluwatu es uno de los principales lugares de culto de Bali además de uno de los templos más bellos de la isla. Su ubicación sobre un acantilado de 75 metros de altura en el que las olas golpean sin descanso, lo convierte en uno de los templos más especiales de Bali. Fue construído en el SXI. Al principio, se trataba de un pequeño templo que, poco a poco, se fue expandiendo.
Seguimos caminando bajo unos árboles, intentado disfrutar algo de sombra. Unos chicos bastante enfadados nos avisaron que guardáramos todo: móviles, cosas en los bolsillos, gafas de sol, todo todo, porque había monos cleptómanos que se tiraban encima de los turistas para robarles. Para más detalle, los guías iban con tirachinas. Cuando pasamos por donde estaban ellos, me dio bastante miedito, porque miraban como si estuvieran planeando algo, iban en grupos grandes y había un silencio sospechoso. Así que le pedí a Carlos que nos fuéramos pronto de allí.
Después de esto, fuimos a ver el templo, que tampoco tiene mucho, y anduvimos un poco por el otro borde del acantilado. Aunque, a las 14h en verano, no es que apetezca mucho. Así que nos fuimos de vuelta a casa, con parada en el warung que vimos al llegar: Warung Makan Made. Pedimos: dos rollitos de primavera (grandes), dos mie goreng especiales (lo mismo que lo del arroz, pero con noodles, y al ser especial: con huevo encima), dos Bintangs grandes y un crepe de piña con helado de vainilla (y qué pedazo de crepe, madre de shiva!!). Nos costó 179000 IDR. Y seguimos bajando!!! Esto viene a ser 6€ por persona. Un inciso aquí para decir que todos los lugares donde paramos a comer o cenar tenían wifi gratuita, que iba mucho mejor que la wifi inexistente del hotel.
Llegamos a casa súper tarde. Había momentos en que circulábamos a 10 km/h!!! Fue bastante desesperante. Tardamos casi 3h en hacer 50 kms. A pesar de todo, nos dio tiempo a un bañito nocturno en la piscina, ducha y minisiesta. Esta noche teníamos antojo de burger y fuimos a Puri Garden. Por hablar, este fue el único sitio donde no conseguimos conectarnos a la wifi. También es un restaurante al lado del hotel, que pertenece a un complejo hotelero. A estas alturas del viaje, empezaba a estar saturada de tanto comer, porque yo no suelo comer mucho, y ya tenía menos hambre. Pedimos dos bintang pequeñas y una grande, dos burgers de ternera, una ración de patatas fritas, y una ensalada de atún con tomate. Todo nos costó 240000 IDR. Bueno, un pequeño paréntesis en nuestro modo ahorrativo ON. Tampoco hablamos de una gran cifra: 8€ por persona. Luego fuimos al Onion a tomar nuestra copa.
Kms: 133 kms
11/08/2016: Goa Lawah - Tirta Gangga - Taman Ujung -
Estuvo toda la noche lloviendo y tenemos miedo de que nuestro último día en la isla se vaya a la porra. De todas formas, cuando uno viaja a Asia, tan verde y selvática, ya sabe que tiene que coger el chubasquero para ir a cualquier sitio. Pedimos el desayuno a las 7.30, para no perder costumbres, y Carlos se lanza a tomar mie goreng para desayunar. Yo prefiero algo más suave por las mañanas, pero él dice que son los más ricos que se ha comido en todo el viaje. Cuando salí a la terraza, me encontré a un visitante que no quería dejarnos: un gato. Después de varios intentos para echarlo, desistí. Con la lluvia se negaba a mojarse.
Antes de irnos de excursión, le pedí el favor a la dueña de que llamara a los de Mahi Mahi Dewata (el fast boat a Gili) para que nos confirmaran la hora de recogida en hotel. Menos mal que llamamos, porque en el voucher ponía que nos recogían a las 6.30, pero dijeron que pasarían a las 7h. Y media hora, siendo tan temprano, se nota, y más lloviendo a cántaros.
Salimos sobre las 8.15h para visitar Goa Lawah (la cueva de los murciélagos). No vemos la entrada al parkir y decidimos aparcar en un parkir público enfrente, al lado del mar. Allí están de ceremonia todos los locales. Cruzamos la calle y pagamos 20000 IDR para los dos por entrar al templo, cuya cueva está plagada de murciélagos. Lo más interesante fue que estaban también en algún tipo de celebración, y había una especie de sacerdotisa también. Cuando terminamos la breve visita, preguntamos qué había detrás, arriba de la colina, y nos dijeron que había un templo, así que lo visitamos también. Para acceder, hay que subir escaleras, cómo no.
Cuando terminamos, volvemos al parkir y compramos agua en uno de los puestos locales de ellos por 10000 IDR. Luego nos acercamos a ver las celebraciones que estaban teniendo lugar a pie de playa, y aprovechamos para observar el mar, que estaba bastante movidito y cuyas olas eran muy muy grandes. Estábamos un poco acojonados porque al día siguiente cogíamos una lancha rápida para ir a Gili Trawangan y había leído en los foros que era muy fácil marearse. Ante esas olas, no lo ponía en duda. Salimos del parkir, no sin antes pagar las 2000 IDR.
Seguimos hacia el norte hasta llegar a Tirta Gangga, que no debe confundirse con el Palacio del Agua, que visitaríamos más tarde. Tardamos bastante en hacer los 30 kms que lo separan de Goa Lawah. La culpa la tiene el cruce con semáforo de Padang Bai. Pero bueno, si no eres una persona honrada, puedes saltártelo al semáforo, a los coches y a las motos, y llegar más rápido. (Esto lo vivimos al día siguiente). Pagamos 20000 IDR por persona para entrar. Es un lugar muy bonito. Aquí se nos puso a llover y nos refugiamos en una glorieta, como todos los turistas, hasta que dejó de llover.
Tirta Gangga fue construido en el año 1948 para el Rey de Karangasem, pertenece a la familia real de Karangasem. Actualmente el Rey no tiene mas poder en Bali, pero todavía posee lugares hermosos como este. Fue parcialmente destruido por la erupción del volcán Agung en 1963, luego fue reconstruido y renovado y reabierto para las visitas.Al entrar podremos ver una gran fuente de 11 niveles, y la piscina principal, con estatuas de dioses y un camino que nos permitirá caminar dentro de la piscina. La arquitectura es una combinación entre balines y chino.El agua sagrada que proviene de fuentes de Tirta Gangga siempre ha sido considerado sagrado y todavía se utiliza para las ceremonias hindúes.
Es un sitio precioso y relajante, con el sonido del agua de fondo entre fuentes y estanques. Tiene una piscina pública al lado con un precio de 10000 IDR. La verdad es que puedes pasar allí varias horas si quieres entre la visita, la piscina, comer, etc... Una de las fuentes sagradas, tiene unos pasos que marcan un camino entre el agua. Yo que tengo un poquito de vértigo conseguí hacer la mitad, una gran proeza de mi parte, aunque para otros es una tontería. Pero cuando pierdes el equilibrio no es fácil.
Antes de salir, fuimos a los servicios. Hay un gran cartel para los hombres y Carlos entró allí. Y pensó: qué baños más raros, pero es lo que hay. Cuando salí del baño, me preguntó cómo eran mis baños y entonces descubrimos que mis baños eran baños mixtos, y que donde él había entrado era en las duchas de hombres, jajajajaja....
Enfrente del templo, al otro lado de la carretera, había un warung: Warung Rijasa. Pedimos dos mie goreng especiales, una ración de patatas fritas y dos Bintangs grandes. Nos costó 127000 IDR, lo que viene siendo 4€ por persona. Esto ya se va pareciendo a lo que leemos en los foros. Pero lo que nadie sabe es que nosotros somos de comer sentados y en abundancia. No somos muy exigentes pero pedimos unos mínimos de confort e higiene y la cerveza nunca falla, que es lo que nos encarece la comida.
Cuando terminamos, fuimos a Taman Ujung, o Palacio del Agua. Esto se presta a confusión, porque mucha gente piensa que Tirta Gangga es el Palacio del Agua, pero no es así. De hecho, en la entrada lo pone: Taman Ujung, Water Palace. La entrada nos cuesta 35000 IDR a cada uno más 2000 IDR del parkir, dentro del mismo complejo, no en la carretera. Es un lugar muy bonito, rodeado de agua por todas partes. Se trata del palacio real de verano de la época de la colonización holandesa de Bali. También fue en gran parte destruido con la erupción del Agung de 1963 y por un terremoto en 1975, pero hoy en día se encuentra totalmente restaurado. Fue inaugurado en 1921 por el rey de Karangasem (último rey balinés y arquitecto de su propio palacio). Era usado como lugar de descanso y para recibir a los visitantes extranjeros importantes del rajá. El edificio principal se conoce como el Bale Gili y está rodeado por dos grandes piscinas y unos grandes jardines.
Una vez terminada la visita, nos dirigimos al hotel nuevamente, encontrando un poco menos de tráfico que a la ida. Llegamos sobre 17.30/18h. Siguiendo la costumbre, nos damos un baño en la piscina, una duchita, nos echamos una siesta y a cenar. Yo empecé a dejar de tener hambre a estas alturas del viaje. Fuimos al Mamma Mia, que está cerca del hotel y a Carlos le gustó. Y como yo no tenía mucha hambre, me dejé llevar. Pedimos una Bintang grande, un agua, una ensalada césar y una pizza margarita con extra de atún y algo más. Nos costó 175000 IDR. Después de cenar, nos fuimos a dormir directamente, ya que al día siguiente pasaban a recogernos bien temprano los de Mahi Mahi para llevarnos a las islas.
Este día pusimos 70000 IDR de gasolina para dejarlo con el depósito tal y cómo nos lo habían dado. En total calculamos que gastamos 16/17€ de gasolina. Y a las 21h, devolvimos el coche. Iban dos chicos, que nos devolvieron el depósito inmediatamente, y con una linternita investigaron el lado derecho del coche, dejándose el izquierdo sin revisar. Y menos mal, porque el golpecito estaba ahí. Ooops!!
Kms: 133 kms
12/08/2016: Gili Trawangan
El día anterior, preguntamos si era posible tener algo frío para el desayuno que se pudiera hacer el día anterior, ya que íbamos a salir bien pronto de viaje. El chico del turno nocturno, muy muy amablemente, dijo que él mismo nos hacía el desayuno como siempre, que pidiéramos por nuestra boquita. Y a la hora en punto estaba el muchacho como prometió con el plato, el zumo y el té. El día se presentaba bravito: llovía a cántaros y temíamos que se cancelara el viaje en fast boat, como habíamos leído por los foros. Mahi Mahi llamó por teléfono para avisar que ya llegaba, dejamos nuestra maleta grande en el hotel (ya la recogeríamos a la vuelta, porque nos alojábamos allí también) y salimos corriendo a la calle principal, con un paraguas y nuestro chubasquero. Pues Mahi Mahi se lleva el premio a la impuntualidad. Pasó a las 7.30 a recogernos y, además, el conductor se enfadó porque apoyamos una mochila en el asiento de al lado. Sus palabras exactas fueron: one ticket, one seat. Carlos y yo flipamos, porque el minibus no iba ni lleno. En fin, sumando puntos a la calidad.
Llegamos a Padang Bai casi a las 9. Tardamos mucho menos en ir de lo que habíamos tardado el día anterior. Voy a explicar la táctica del conductor simpático: en el cruce que hay para Padang Bai hay un semáforo. Pues bien, mientras kms de coches esperaban en el semáforo a su turno y a la luz verde, este buen señor se plantó en el carril contrario, adelantó a todos los coches y se plantó el primero en el semáforo, cuya luz respetó hasta que se puso verde. Fue lo único que respetó. Así que ahora ya sabemos por qué los locales tardan menos en ir a los sitios que los guiris.
Cuando llegamos al puerto, aquello estaba plagado de turistas y de agencias de viajes. Nos recogieron, nos dieron una etiqueta para facturar equipaje con destino, en nuestro caso, Gili Trawangan, y fuimos a por la tarjeta de embarque. Como buena empresa low cost, la tarjeta era reciclable. Y nos dijeron que esperáramos allí. Salimos sobre 10.15h aproximadamente. Olé la calidad del servicio de la empresa. Desde luego, para lo que pagamos no podíamos quejarnos, pero nos fastidió bastante el retraso, sobre todo, porque luego descubrimos que de fast boat tiene poco. Tardamos 3h en llegar a la isla, con parada previa en Lombok y Gili Air. El barco no se movía mucho en el mar, (realmente no era fast boat, claro), así que este es el lado positivo que vamos a sacar. Sin embargo, llegamos con mucho retraso a la isla. En un principio íbamos a llegar a las 11.30 y finalmente llegamos a las 13.15h.
Cuando llegamos, descubrimos que no hay pasarela ni puerto como tal allí. Bajamos bordeando el lateral del barco, agarradicos a una barra y saltábamos directos a la playa, así como esquivando la ola. Una vez abajo, la tripulación sacaba de la bodega el equipaje en cadena, hasta la orilla del mar. Si a alguno le fallaban las fuerzas, ya sabeis adónde iban las maletas, jejeje. Para seguir la tradición, nuestra maleta fue literalmente: la última. Así que se nos hicieron las 13.35h.
Habíamos acordado con la dueña del Sugar Shack que nos recogerían en burro y carreta, pero al llegar tan tarde, la mujer se cansó de esperar. Así que el con Maps.me modo a pie, un hambre canina y bajo el sol abrasador hicimos marcha hasta el hostalillo. Imaginaos a Carlos con el estómago vacío en estas condiciones XD.
Llegamos al hostalillo y nos dan la habitación en cuanto terminan de limpiarla, sobre las 14/14.15h. Nos invitan mientras a un zumo natural para que la espera sea más corta. Pedimos uno de piña y otro de sandía. La habitación de este hostal está en la planta baja, tiene un bonito porche y da justo a la piscina. Es muy bonita y el baño muy original. Cuando dejamos las maletas, nos vamos a la playita a comer.
Justo en línea recta desde el centro de la isla (donde está el hostal) hasta la playa, salimos al restaurante Samba Lounge. Pedimos una ensalada césar, una pizza, dos bintangs grande y nos cuesta sobre 200000 IDR. Pronto descubrimos que la isla es un poco cara. Las vistas son muy bonitas, con el mar y Gili Meno de fondo. Además, este local tiene música en directo, lo que lo hace atractivo y agradable.
Cuando terminamos de comer salimos a dar una vuelta por la playa. Me descalzo y piso mal en una roca, pero seguimos caminando hasta el norte de la isla. Como no me encontraba bien, nos volvemos al hotel sin poder recorrer la calle principal. Una pena, es lo primero que teneis que hacer cuando llegueis allí. Total, que volvemos al hotel, y se pone a chispear. Nos acostamos un rato a descansar y empieza a diluviar. Intento despertar a Carlos, porque allí se hace de noche pronto y teníamos que cenar, pero aquel ni siente ni padece. Está en otro mundo. Por fin se despierta a las 21h. Eso es tardísimo. Como diluviaba y era tan tarde, ya no había transporte (o sea, burros) a la calle principal. Intentamos ir andando pero las calles estaban inundadas completamente. Así que nos volvimos al hotel a dormir y a rescatar rosquilletas españolas.
13/08/16: Gili Trawangan
Dejó de llover a las 5 de la mañana. Cuando me levanto, descubro que me sigue doliendo el pie y lo que tengo es un feo corte con algo clavado dentro. (Con razón me dolía tanto). Después de intentar arreglar mi pie y no ser capaz, desayunamos. El desayuno se lo pides a la dueña en ese momento. Hay que ser listo y madrugar, porque si no, tienes que esperar a la cola. Pedimos el desayuno a las 8: crepe de piña con zumo de sandía para mí y bacon, huevo y tomate con té para Carlos.
Inmediatamente, le decimos a la chica que estamos interesados en alquilar bici. Pues nos dijo que se le habían acabado!!!!! Pidió a un conocido y le trajeron un par más. El día completo cuesta 50000 por bici. Salimos a la playa dirección noroeste. Íbamos parando en las distintas playas para hacer fotos, bañarnos, hacer snorkel o, simplemente, ver el paisaje. Así acabamos de dar la vuelta a la isla y nos quedamos con algún garito en mente para ver el atardecer ese día si no diluviaba otra vez. La idea era quedarnos a comer por ahí, pero tuve un incidente personal que me obligó a volver al hotel antes de comer, lo que ralentizó nuestro ritmo.
Cuando pasamos por la calle principal, vimos muchas muchísimas agencias de viajes que ofertan los mismo: una excursión para hacer snorkel alrededor de las 3 islas donde puedes ver peces, tortugas, barcos hundidos y coral. Te aseguran 100% la vista de tortugas. Y luego te dejan en algún sitio para comer. Las excursiones valen 150000 IDR y no incluyen comida o equipo de snorkel. Pero bueno, el equipo te lo traes de España, que decathlon es una maravilla. Nosotros no pudimos porque como el día anterior no paseamos por la calle principal porque no me encontraba bien y luego diluvió, pues dejamos escapar la oportunidad. Claro que, si hubiera contratado la excursión, no hubiera paseado en bici, que también tiene su parte interesante. Conclusión: Gili Trawangan es para pasar 4 días, ni uno más, ni uno menos. Y luego os recomiendo parar en Gili Air para relajaros una noche o dos.
Comimos en 1674 Beach Restaurant. Estaba muy rico. Pedimos dos Bintangs grandes, gazpacho indonesio (una curiosidad absoluta tenía yo: con paprika, queso rallado y lechuga por encima, pero bueno), una burger con todo y calamari, que más bien sabía a medusa. Si la habéis probado, sabréis la diferencia. No sé, una textura durita y crujiente, que no me llamó la atención. De postre, y aquí viene lo mejor: cheesacake, exquisita. Nos costó unas 320000 IDR, carísimo para ser Indonesia, 22€ traducido a nuestra moneda. Y aquí fue donde nos dimos cuenta de que íbamos necesitados de pasta y los cajeros en Bali no nos habían funcionado hasta el momento. La tarjeta de Carlos no iba ni en cajeros, ni en pagos con tarjeta, ni en casas de cambio, así que estábamos tremendamente preocupados.
Volvimos al hostal, nos duchamos y, casi sin dormir siesta, nos fuimos al Paradise Sunset Bar en bici, para ver el atardecer. Eran las 17.30, estaba nublado (una pena) y la gente ya estaba tomando sus cócteles. Y yo con la comida a medio digerir. Por el camino, paramos en todos los cajeros que encontramos sin tener suerte alguna con la tarjeta de Carlos. Íbamos en caravana todos los guiris buscando un cajero que nos salvara de la pobreza. Se ve que allí no van muy bien que digamos. Pedimos un par de bintangs pequeñas por 70000 IDR. Hay otros sitios más al oeste desde donde seguro que se ve mejor el atardecer, pero el garito nos gustó y allí nos quedamos. Ahora, id pronto porque estaba llenísimo. Todos buscábamos lo mismo, parece ser.
Dejamos las bicis en el hotel, fuimos a dar una vuelta, a ver el mercado nocturno, a buscar una farmacia para mi corte (cada vez más asqueroso) y unas ampollas del pie de Carlos, a ver si mi tarjeta iba en algún sitio (siii!!, hubo suerte!!!) y, finalmente, paramos a cenar. Yo no tenía mucha hambre. Se me juntaba la comida con la cena. Eso es un rollo allí, porque comíamos a hora española, pero la cena la hacíamos antes. Fuimos a Egoiste, un lugar íntimo en la playa. Pedimos sopa de mozzarela, calabaza y zanahoria, una ensalada césar, agua grande y un helado. Nos costó 164000 IDR. Después de eso, nos fuimos a dormir.
14/08/16: Gili Trawangan
Al día siguiente, nos levantamos tarde y sin prisa. La chica nos dio permiso para abandonar la habitación a las 12. Así que fuimos a dar una vuelta a pie por dentro de la isla, por las calles menos turísticas. Nos cercioramos de donde se hacía el check in del Blue Water Express, y nos avisaron de que el barco realmente salía más tarde: 15.30, no a la hora que se publicita en internet. También nos dijeron que fuéramos media hora antes y era suficiente. Volvimos al hotel a por las maletas, y comimos en una calle paralela a la principal, cerca de la mezquita, en el Thank you Bar and Resort. Pedimos unos sandwiches de atún, que tenían atún de verdad y no de lata (para mi sorpresa), una ración de patatas fritas, una Bintang, agua y Carlos se pidió un postre. Me vais a perdonar, pero estaba un poco enferma y no tomé notas de este día. Nos costaría en torno a 150000 IDR. El sitio era barato, pero el baño daba horror y no tenía luz. Había que echar la gota con la puerta abierta, y los locales estaban pululando por allí. Pero he de decir que la comida estaba rica.
Cuando terminamos, nos dirigimos al check in de Blue Express. Después, se llevaron nuestra maleta y la encontramos tirada en la arena, peligrosamente cerca de donde rompían las olas.... Recordemos que el barco no atraca en la orilla. Subimos como pudimos sorteando las olas, no sin antes cerciorarnos de que la maleta subía sin ningún percance más. El barco está muy bien, la organización a la llegada es excelente. Tardamos una hora y media en llegar a destino, trayecto directo Gili Trawangan-Ubud, aunque se movía muchísimo. (A más rápido, más se va a mover). Nos llevaron de regreso a Ubud, en una van súper cómoda, nada que ver con la otra compañía. Que cada uno valore si le vale la pena la diferencia de precio, proporcional a la calidad.
En el Lily House, nos esperaban nuestros ya queridos recepcionistas, con la maleta grande preparada. Nos dieron una habitación frente a la piscina, con orientación este (por la mañana, el desayuno era insoportable con todo el sol pegando desde las 5 de la mañana. Imaginad la torraera. No nos había quedado claro si nos habían dado la habitación superior la otra vez. Pero esta vez, quedó clarísimo: el aire acondicionado no iba, el desagüe del lavabo no tragaba, había menos muebles, sólo había una almohada por persona (en la otra había dos con distinto grosor para elegir) y en la terraza hacía una torraera de buena mañana insorportable.
Nos duchamos, nos lavamos los dientes y descubrimos que si no habíamos caído enfermos antes es porque somos muy fuertes. Como el agua del lavabo no tragaba, pudimos observar el color marrón que tenía. Bueno, lo que no mata engorda, dicen. Después de descansar un poco, salimos a cenar. Volvimos al Mamma Mia. Pedimos pan de ajo, crostini, ensalada césar, una bintang pequeña y otra grande. Yo ya estaba saturada de comer. Nos costó 195000 IDR. Después de eso, volvimos a The Onion a despedirnos y tomarnos nuestro último cocktail. La verdad es que es un sitio acogedor y muy recomendable, siempre con música en directo y free wifi.
15/08/16: Monkey Forest - Palacio de Ubud - Café Lotus - caminata por arrozales de Ubud
Pedimos nuestro desayuno a las 7.30 (y ya ardía la terraza). Yo me pedí la tortilla con tostadas, zumo y té y Carlos el Mie Goreng. Yo fui incapaz de acabar el desayuno. Tenía el estómago destrozado, y más que lo iba a tener a la vuelta a España. Salimos directos a visitar el Monkey Forest, que está cerquísima del hotel, a tan solo 10 minutos andando. A la entrada, hay una serie de normas a tener en cuenta con los monos, como: no les mires a los ojos que se ponen agresivos, no vayas con bolsas de plástico o te atacarán pensando que es comida, si se te suben encima ni se te ocurra apartarles: aguántate. Total, que Carlos se negó a entrar. Al final lo convencí y a día de hoy no se arrepiente, jejeje. La entrada cuesta 40000 IDR.
Te dan un mapita al entrar y vas siguiendo un recorrido. De hecho, no pudimos hacer exactamente el recorrido porque un sendero estaba lleno de monos, y bastante agresivos, así que todos los turistas íbamos por caminos alternativos. El bosque está salpicado de riachuelos y diferentes especies de flora y fauna, sin contar la reserva de monos macacos. Acoge varios templos, el más importante el Purana Pura.
Id con cuidado y seguid todas las instrucciones. Nosotros tuvimos un pequeño altercado con un mono, que confundió la funda del impermeable de Carlos con bolsa de comida. Hasta uno de los vigilantes nos echó la bronca por meter una bolsa de plástico dentro. Pero le explicamos que no había comida y nos dijo que fuéramos con cuidado.
Cuando terminamos la visita, fuimos calle abajo hacia el Palacio de Ubud, que ni es muy grande ni me pareció una visita imprescindible. Mientras íbamos calle abajo, vimos varios cafés que acogían terrazas que daban a los campos de arroz. Me pareció muy agradable para sentarse y tomar algo. Después fuimos al Café Lotus. No es necesario consumir para entrar y la visita, aunque muy breve, vale la pena.
Pero lo que más nos gustó, sin duda, fue el paseo que dimos después. Cogimos la calle Jl. Kajeng (justo antes de llegar al Café Lotus) y la subimos hasta arriba. Seguimos un camino que recomienda Begoña en su blog de internet. Ella es una chica que sale en Callejeros Viajeros y que tiene allí una ONG para ayudar a discapacitados llamada Kupu-Kupu Foundation. De hecho, más adelante, hay un puestecito regentado por los propios usuarios, donde venden cosas que ellos mismos hacen. Nosotros compramos allí una figurita de madera muy bonita. Seguimos el camino y nos adentramos por los campos de arroz. Hay diferentes itinerarios. Si vais con tiempo, haced el largo. Nosotros hicimos uno de unos 45 minutos de duración (andando ligeritos).
Después de eso, nos fuimos al hotel en taxi, porque teníamos que comer y el taxi al aeropuerto pasaba a buscarnos a las 14.30h si no recuerdo mal. El taxi, que básicamente tenía que subirnos calle arriba, nos costó 50000 IDR. Para irnos con buen sabor de boca, y aunque íbamos saturados de comida (no es que la comida de allí nos sentara mal, pero yo por ejemplo no como tanto y menos tan seguido entre la comida y la cena), fuimos a la crepería Le Moulin. Allí pedimos dos crepes salados y un agua. Nos costó unas 150000 IDR.
Tras despedirnos de nuestros amigos del Lili House, que ya eran casi como de la familia, el taxi nos dejó en el aeropuerto. Tardó como una hora 45 minutos en llegar. El tráfico es infernal, como ya había explicado. Así que cogedlo con tiempo. Una vez allí, en salidas internacionales (no hay pérdida con las terminales), mejor que vayais al stand de información y según la compañía aérea teneis que entrar a hacer el check in a una puerta diferente. Y de ahí ya no se puede salir. Nosotros volábamos con la low cost Jetstar Asia, que nos dio todas las tarjetas de embarque, no como a unos chicos que viajaban luego con Lufthansa y no quisieron dárselas. En Alemania sólo tenían una hora para conseguirlas y llegar a puerta de embarque. Dentro del vuelo teníamos incluída comida y bebida también, no siendo así para todo el mundo. Me gustaría recordaros que guardeis mecheros en la maleta, si es que llevais, y no los saqueis bajo ningún concepto. Nos dijeron que sólo podíamos llevar uno por persona en equipaje de mano y, si llevábamos en la maleta, nos la abrirían sin nuestro conocimiento porque pasaba un scanner. Falso. Ni caso. Y sí, podeis llevar mechero en el equipaje de mano también. En Dubai tampoco lo requisan.
Llegamos en hora a Singapur, un aeropuerto que está perfectamente cuidado, más limpio todo que una patena, y con video juegos para vuestra propia diversión. Después volvimos a pisar Dubai, de día esta vez, y vimos el Burj Khalifa desde el avión. Finalmente llegamos a Madrid. Nuestras maletas llegaron enseguida y los horarios fueron los correctos, pero no le sucedió lo mismo a otras personas: hubo gente que recibió un mail de Emirates antes de salir de España diciendo que se cancelaba su vuelo, y saldría un día más tarde. La compañía paga el hotel, no es problema. En nuestro vuelo iba gente del día anterior de Emirates, del nuestro día y de Malaysian Airlines. No me parece correcto, porque el vuelo con Malaysian era mucho más barato, pero es lo que hay y te aguantas.
16/08/16: Vuelo
Los vuelos con Emirates se hacen cortos, por lo cómodos que son y las posibilidades de ocio que tienen.
Para terminar, al llegar, cogimos el microbus a la terminal de la T4 de Larga Estancia, pagamos el párking: 62€ y de vuelta a Valencia.
En fin, un bonito viaje que habría sido mejor si hubiera durado más días para visitar otras islas de Indonesia. Eso sí, si buscais playas, id a Tailandia o Maldivas, pero no a Indonesia. Son bonitas pero no aptas para disfrutar el baño.
Espero haberos ayudado con información sobre vuelos, reservas, alquileres, transportes, itinerarios y precios.
Resumen de gastos:
- Avión: 2200€ los dos (Se puede conseguir mucho más barato. Nosotros dependemos de los horarios y vacaciones de Carlos)
- Seguro de cancelación: 120€ los dos
- Párking larga estancia: 62€
- Coche: unos 75€
- Gasolina: 16€
- Alojamiento: alrededor de 376€
- Servicio de traslado al aeropuerto: 40€
- Servicio de traslado a Gili T: 125€
- Comidas, bebidas, entradas y otros gastos: 400€ aproximadamente
Cosas que han cambiado desde que fuimos (actualizado)
Desde que Instagram se ha puesto de moda, también se han puesto de moda los columpios. En 2016, sólo había un par de columpios destartalados. La intención estaba pero no se había puesto de moda aún. Ahora, sólo veo cómo la gente hace la cola para hacerse la foto. A ver, elegir uno y hacerse una foto bonita está bien. Pero Bali tiene unos templos maravillosos y cada uno tiene un encanto especial. Son enormes además. No os los perdáis por una foto en un columpio o una foto espejo en la puerta de un templo. Tendréis fotos maravillosas aunque diferentes si os dedicáis a conocer la verdadera Bali.
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